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Cefaleas
Sensación de agobio
Fatiga
Alteraciones en el sueño
Pese a que la pandemia influyó en este dato, el estrés ha acosado a la población estadounidense durante mucho tiempo. Para 2007, un tercio de la población vivía en un estado de estrés elevado.
Si te identificas con esta situación y no logras liberarte de esa tensión, es posible que estés enfrentando un estrés prolongado.
Te invitamos a conocer más sobre sus indicadores, los peligros para la salud y soluciones habituales. Al entender qué buscar, puedes tomar medidas y cuidar tu salud de inmediato.
INDICADORES DE ESTRÉS PROLONGADO
Este tipo de estrés, comúnmente, es consecuencia de dilemas financieros, personales o laborales, y puede manifestarse de distintas maneras, afectando tanto nuestra mente como nuestro cuerpo.
De acuerdo con Yale Medicine, "No todas estas manifestaciones aparecerán en todos... Pero si alguien experimenta tres a cinco de estos indicadores por más de algunas semanas, es posible que esté sufriendo de estrés prolongado."
Algunos de los indicadores más comunes son:
Molestias y dolores
Dificultad para conciliar el sueño
Falta de energía, fatiga
Pensamientos dispersos
Contracturas musculares
Trastornos digestivos
Hipertensión
Sensación de palpitar el corazón
Sentimiento de descontrol o agobio
Ideas constantes y aceleradas
CONSECUENCIAS Y RIESGOS DEL ESTRÉS PROLONGADO
Aunque los indicadores anteriores pueden no ser alarmantes en un inicio, si persisten, pueden dañar seriamente nuestra salud física y mental.
Las consecuencias de vivir bajo estrés prolongado pueden ser:
Cefaleas recurrentes
Mayor probabilidad de afecciones cardíacas
Dificultades para dormir
Baja autoestima y cambios de humor significativos
Problemas digestivos severos
Mayor susceptibilidad a úlceras
Aumento en la incidencia de reflujo gástrico
Disfunción en la vida sexual
Sistema inmunológico comprometido, incrementando la vulnerabilidad a enfermedades
Aislamiento social
Cambios extremos en la alimentación
Uso de sustancias como mecanismo de escape
Irritabilidad
Problemas de fertilidad
Niveles elevados de glucosa en sangre
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS CONTRA EL ESTRÉS PROLONGADO
Si crees que puedes estar experimentando estrés prolongado, consulta a un profesional de salud.
En conjunto, podrán establecer el mejor plan de acción para tu bienestar. Es vital descartar otras condiciones que puedan presentar síntomas similares.
Si prefieres no tomar medicamentos, existen alternativas naturales.
Algunas técnicas recomendadas para el manejo del estrés son:
Mantener una dieta equilibrada.
Realizar actividad física con regularidad.
Establecer rutinas de sueño adecuadas.
Dedicar tiempo personal para pasatiempos y actividades gratificantes.
Implementar prácticas de atención plena.
Fomentar la gratitud.
Establecer metas claras y alcanzables.
Buscar espacios en la naturaleza.
Actividades de autocuidado, como masajes o baños relajantes.
Considerar la terapia psicológica para hablar sobre tus inquietudes y aprender estrategias de manejo.
EL ALIVIO DEL ESTRÉS CON TERAPIA BEMER
Una opción adicional para combatir el estrés es la terapia diaria con BEMER.
En esencia, BEMER se asemeja a una almohadilla térmica. Sin embargo, en lugar de generar calor, emite un campo electromagnético pulsado (PEMF) que beneficia la circulación y el bienestar muscular.
A pesar de que no sientas un cambio inmediato con BEMER, su uso regular (dos sesiones de ocho minutos al día) ha demostrado ser beneficioso en áreas como:
Condición física general
Rendimiento y recuperación
Fortaleza y resistencia
Niveles de energía
Bienestar general
Reducción del estrés
Descanso profundo
BEMER no solo te ayuda a aliviar la tensión física y emocional, sino que también puede ofrecer un aumento en tu energía y ánimo.
Con BEMER en tu arsenal, cuentas con una forma efectiva y natural de combatir el estrés prolongado, sin necesidad de salir de casa.
Comunícate con un Distribuidor autorizado de BEMER para conocer más y dar un paso hacia una Vida Más Saludable y Equilibrada.
terapiafisicovascular.es no proporciona consejos ni servicios médicos. BEMER no está diseñado para diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad. No debe usarse para ningún propósito que no esté descrito en el manual del usuario. Por favor, consulte siempre a un profesional de la salud cualificado si tiene algún problema médico.