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La terapia vascular es un campo de la medicina que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y trastornos que afectan el sistema circulatorio. El sistema circulatorio incluye las arterias, venas y vasos linfáticos que transportan sangre y linfa a través del cuerpo. El objetivo de la terapia vascular es mejorar la circulación sanguínea y linfática para prevenir complicaciones como la amputación, el accidente cerebrovascular y el ataque cardíaco.
Enfermedad arterial periférica: Esta enfermedad ocurre cuando las arterias que suministran sangre a las extremidades, como las piernas, se estrechan o se obstruyen debido a la acumulación de placa. Los síntomas incluyen dolor en las piernas al caminar (claudicación intermitente) y úlceras en las piernas.
Enfermedad venosa crónica: Esta enfermedad ocurre cuando las venas de las piernas no pueden transportar la sangre de regreso al corazón de manera efectiva, lo que provoca hinchazón, dolor y úlceras en las piernas.
Trombosis: La trombosis es la formación de un coágulo sanguíneo en una vena o arteria. Los coágulos sanguíneos pueden bloquear el flujo de sangre y provocar complicaciones como el accidente cerebrovascular y el ataque cardíaco.
Insuficiencia linfática: La insuficiencia linfática es una afección en la cual los vasos linfáticos no pueden transportar la linfa de manera efectiva, lo que provoca hinchazón en las extremidades y otras partes del cuerpo.
La terapia vascular puede ser necesaria cuando se presentan síntomas como dolor, hinchazón o úlceras en las piernas, problemas para caminar o infecciones recurrentes en las extremidades. También puede ser necesaria si se ha presentado un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco, ya que estos eventos pueden ser causados por la obstrucción de las arterias.
La terapia vascular puede ser necesaria si se tiene un historial familiar de enfermedad arterial periférica, enfermedad venosa crónica o trombosis. También puede ser necesaria si se tiene un estilo de vida poco saludable, como fumar, llevar una dieta poco saludable y tener sobrepeso, ya que estos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del sistema circulatorio.
Además, la terapia vascular puede ser necesaria si se ha sido diagnosticado con una enfermedad o trastorno que afecta el sistema circulatorio, como la diabetes o la hipertensión. En estos casos, la terapia vascular puede ayudar a prevenir complicaciones como la amputación y el accidente cerebrovascular.
La terapia vascular puede incluir una variedad de tratamientos, dependiendo del tipo y gravedad de la enfermedad o trastorno que se esté tratando. A continuación, se describen algunos de los tratamientos más comunes de terapia vascular:
Cambios en el estilo de vida: Para muchas enfermedades y trastornos del sistema circulatorio, hacer cambios en el estilo de vida puede ser el primer paso en el tratamiento. Esto puede incluir dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad, seguir una dieta saludable y controlar la presión arterial y el azúcar en la sangre.
Medicamentos: Hay una variedad de medicamentos que se utilizan en la terapia vascular, dependiendo del tipo de enfermedad o trastorno que se esté tratando. Algunos de los medicamentos comunes incluyen anticoagulantes, que ayudan a prevenir la formación de coágulos sanguíneos; medicamentos para controlar la presión arterial, como los inhibidores de la ECA y los bloqueadores de los receptores de angiotensina; y medicamentos para reducir el colesterol, como las estatinas.
Terapia de compresión: La terapia de compresión es un tratamiento para la enfermedad venosa crónica y la insuficiencia linfática que implica el uso de medias de compresión o vendajes para aplicar presión a las piernas. Esto ayuda a reducir la hinchazón y mejorar el flujo de sangre y linfa.
Procedimientos quirúrgicos: Para enfermedades y trastornos más graves, pueden ser necesarios procedimientos quirúrgicos. Algunos ejemplos incluyen la angioplastia y la colocación de stents para tratar la enfermedad arterial periférica y la trombosis, y la cirugía de derivación para tratar la insuficiencia venosa.
Terapia endovascular: La terapia endovascular es un tipo de tratamiento que se realiza a través de un catéter que se introduce en el cuerpo a través de una pequeña incisión en la piel. Esto permite a los médicos acceder a las arterias y venas sin la necesidad de realizar una cirugía abierta. Algunos ejemplos de terapia endovascular incluyen la angioplastia con balón y la colocación de stents.
La terapia vascular es un campo de la medicina que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y trastornos que afectan el sistema circulatorio. La terapia vascular puede ser necesaria si se presentan síntomas como dolor, hinchazón o úlceras en las piernas, problemas para caminar o infecciones recurrentes en las extremidades. También puede ser necesaria si se ha presentado un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco, o si se ha sido diagnosticado con una enfermedad o trastorno que afecta el sistema circulatorio, como la diabetes o la hipertensión.
La terapia vascular puede incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos, terapia de compresión, procedimientos quirúrgicos y terapia endovascular. Es importante trabajar con un profesional de la salud calificado para determinar el mejor tratamiento para su afección.
Si cree que puede necesitar terapia vascular, hable con su médico de atención primaria o un especialista en terapia vascular para obtener más información sobre su afección y las opciones de tratamiento disponibles. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, puede ayudar a prevenir complicaciones graves y mejorar su calidad de vida.